Empezamos el recorrido en el museo de Manuel Tolsá, me
asombra los bocetos y maquetas que hizo tienen una gran calidad y nivel que
solo en ese entonces se daba, además de compartir vitrinas con otros
estudiantes de la Real Academia de San Carlos.
Luego de eso entramos a Palacio de Minería admirando como
era la estructura y la cantidad de años que tardó en construirlo Manuel Tolsá y
su posible legado, empezando desde 1797 y terminando en 1813. Pasando por
varias salas del primer piso del estilo neoclasicista que estaba acostumbrado
Manuel Tolsá haciendo que resaltara mucho.
En lo personal este tipo de arquitectura junto con la gótica
y barroca son de mis preferidas.
Entramos a la capilla que forma parte de una de las tantas
habitaciones del palacio, allí pudimos apreciar los frescos de Rafael Ximeno y
Planes que como ya he hablado antes destacaba mucho por sus temas religiosos, y
para adornar esta capilla él era la persona adecuada.
Después de estar en la capilla y observar su diseño nos
dirigimos hacia otra sala no muy lejana donde se hacían ceremonias a los
estudiantes del Colegio Nacional de Ingenieros con esculturas de cada una de
las ciencias que se estudiaban.
Eso fue todo lo que pudimos ver del palacio de minería en el
recorrido fue muy bueno la verdad.
La siguiente parada en nuestro recorrido fue El Gran Hotel
de la Ciudad de México, que por un momento pensé que no nos dejarían entrar al
ver que éramos un grupo muy grande de personas y solo íbamos a tomar
fotografías a su interior, pero afortunadamente el guardia y el portero nos
permitieron la entrada, si íbamos en grupos de cinco personas; quedé
maravillado al ver como estaba tan bien conservado el hotel, que a pesar de
haber estado diseñado para ser un centro comercial, se podía sentir la esencia
de los siglos pasados en éste edificio, el techo hecho con mosaicos es lo que
llama más la atención al destacar tanto por sus vívidos colores e interesantes
patrones. Otro interesante y llamativo objeto era el elevador que solo los
huéspedes pueden usar y al igual que el techo esta en ciertas partes conformado
por mosaicos y colores que hacen referencia a un patrón floral hecho de metal.
Cuando todos los grupos salieron del hotel agradecimos al
guardia y fuimos a nuestro próximo destino que era El Palacio de Hierro,
sinceramente este me gustó mucho ya que al ser tantas personas entrando allí a
tomar fotos y que nuestro profesor nos de una explicación de como fue construido
y que en su totalidad hace años era puramente hierro; no fue algo muy discreto.
Al igual que el Gran Hotel de la Ciudad de México este edificio fue diseñado
como un centro comercial y si logró convertirse en uno, solamente que este esta
separado por plantas para cada necesidad, baño, cocina, juguetes, etc.; también
cuenta con un adorno de mosaicos y colores en patrones vívidos en el techo,
obviamente por las remodelaciones que ha tenido ya no se siente como un
edificio antiguo, y dejó de ser puramente de hierro contando ya con otros
materiales para hacer más resistente su base, supongo que por los sismos que
son recurrentes aquí, pero eso no le quita lo impresionante.
La siguiente parada era el Museo del Chopo, fue una caminata
muy larga, pues la mayoría ya estábamos cansados. Pero valió mucho la pena ya
que llegamos a la exposición de “Noches Salvajes” donde estaban fotografías de
toda Latinoamérica de como son las noches en cada país, me refiero a que en la
sala que logre apreciar fotografías y recortes de periódico y/o revistas de
deportes, y eróticas, en su mayoría eróticas ya que es el sexo mas atribuido a
la noche.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario